María Luisa Arnaiz
A. D. Cook
Cuando Dante se
introduce en el segundo círculo del Infierno en la “Divina comedia”, se
encuentra a los lujuriosos, a los que pecaron por amor. Allí están Francesca y
Paolo, protagonistas de un drama que la tradición sitúa en 1285. Ella era hija
de un amigo del autor y estaba casada con Giovanni Malatesta, apodado “lo
sciancato”, el cojo; él era conocido como “il Bello” y estaba casado con la
condesa Ghiaggiolo. Giovanni los mató al verlos abrazados. Dante pregunta a la
joven cómo se enamoraron y Francesca le dice que lo hicieron mientras leían la
historia de Lanzarote y Ginebra: “Al leer
que la risa deseada / era besada por tan gran amante, / este, que de mí nunca
ha de apartarse, / la boca me besó, todo él temblando”; es decir, la Literatura desencadenó
el amor -metaficción original de Dante-. Volvamos a la realidad. En el Derecho civil solo la mujer
podía incurrir en adulterio (‘ad alterius
torus’, ‘hacia otro tálamo’) y ser condenada mientras que el marido tenía la potestad de matar a los adúlteros. “El
cuclillo deposita sus huevos en nido ajeno; así muchos hacen madres a las
mujeres ajenas” escribió Plinio como metáfora del “cornudo” (‘cuckold’,
'cocu’, en otros idiomas), imagen que en verdad simboliza al amante.
Malatesta sería cojo pero no manco, está claro. Es terrible ese sentido de posesión tan profundo que lleva a alguien a quitar la vida a otra persona. Nuestro clásico "la maté porque era mía". Es hermoso que la literatura hiciera estallar el amor y no me extraña: la buena tiene tanta capacidad para mover los sentimientos, que puede transformarlos en realidad. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarEl Derecho civil fue heredero del Derecho romano, así que…
EliminarMaria LUisa
ResponderEliminarque bueno poder rememorar al Dante, en esta belleza literaria, si es cierto la mujer que es adultera es la perseguida y Dante define con sensillez toda esta enroscada historia, que historia fabulosa,
un beso enorme y gracias por hacer recordar de algo !!
Recordar algún pasaje de Dante es agradable.
EliminarLa mujer siempre en desigualdad de condiciones.
ResponderEliminarY legislando los hombres, ¿qué podíamos esperar?
EliminarA mi modesto entender, el "amour fou", origen de tantas tragedias, supone una dañina contradicción en los términos. Nada más lejos y contrario al amor que la violenta enajenación. El amor es la más perfecta y plena concreción del ser consciente. No se actúa con locura guiado o guiada por el amor, sino a causa de la amarga enajenación que su ausencia propicia. El "ultrajado" cornudo, embargado por un sentimiento egoísta, carente de afecto y más cercano a su pérdida que al amor mismo, experimenta un tiempo atrozmente calculado. Enajenado, olvida que, ante todo, el amor es "tiempo" no medido.
ResponderEliminarEl enamoramiento sí es enajenación, lo que venga después…
EliminarCurioso.
ResponderEliminar:)
Más la inscripción del Infierno: “los que entráis aquí abandonad toda esperanza”.
EliminarMaria Luisa Arnais ...Quanta cultura ...Fico A pensar onde tudo isso encontras ... Parabéns !!! Pedro Pugliese
ResponderEliminarSiempre lo digo: leo bastante.
ResponderEliminarBoa noite
ResponderEliminarAchei seu blog e gostei de tudo que nele tem, parabenizando pelas belas postagens e já estou a segui-lo
Abraços,
Thiago - Trocyn Bão